miércoles, 17 de noviembre de 2010

el ser exelente

EL SER EXCELENTE
El éxito consiste en: "Reír con frecuencia y mucho. Merecer el respeto de personas inteligentes y el afecto de los niños, ganar el reconocimiento de los críticos honestos y soportar la traición de los falsos amigos; gozar de la belleza; descubrir lo positivo de los demás; hacer un poco mejor al mundo, dejando tras de ti a un hijo bueno o un jardín cultivado, o bien porque ayudaste a un pobre; saber que no viviste en vano y que gracias a ti una persona pudo respirar con más tranquilidad. Esto es haber triunfado"
Bessie Anderson.

Estoy convencido de que todos en alguna forma deseamos ser mejores porque tenemos potencialidades que estamos seguros aún no las hemos desarrollado en su máxima expresión y están ahí dormidas esperando un estímulo para despertar y expresar toda su grandeza.

Todos los seres humanos hemos recibido la misma opción para realizarnos. La gran diferencia la marcan aquellos pocos que se han decidido a emplearse a fondo a sí mismos para lograr lo que desean.

El Doctor Donald Forman, director de Bioquímica de Evanston ha determinado el valor comercial de un ser humano si se le extrajera su contenido de proteínas, grasas, minerales, vitaminas y carbohidratos. Nuestro precio según las cotizaciones internacionales seria de 5,60 dólares.

Entonces, si todos los seres humanos valemos lo mismo en cuanto a contenido, ¿cuál es la diferencia entre un premio Nóbel y un narcotraficante, entre un líder de la libertad y un dictador? La diferencia es cómo utilizó cada quien su cerebro y cómo oriento sus potencialidades, y esa fuerza que se llama espíritu de realización que ha hecho que existan personajes en la historia que no tienen precio por los incalculables beneficios que han aportado a la humanidad. El llamado a la excelencia es un llamado universal, ya que nadie fue creado para ser un mediocre; lo que se requiere es su decisión personal para lograrlo.

I. Ser excelente es hacer las cosas, no buscar razones para demostrar que no pueden hacerse:
El secreto es: resuelva los problemas que tiene actualmente y pida prestados algunos más a su jefe o a su cliente más importante; le aseguro que con esta conducta usted se convertirá en candidato al ascenso.

Los problemas vienen a representar los retos de la excelencia, son la materia prima indispensable que justifica nuestra presencia en cualquier organización. Así en cualquier campo de nuestra actividad humana, el líder muestra su verdadera calidad en la medida que propicie soluciones efectivas a sus seguidores.

Además debemos tener la consistencia del agua para tener éxito en la vida. Imagine que ponemos agua en un vaso ¿qué forma toma el agua?, ¿y si lo ponemos en un cenicero?, ¿o en una cubeta? Fácilmente nos percatamos de que el agua toma la forma del recipiente, y su esencia sigue siendo la misma. También el líder de excelencia es aquel que se adapta a todas las circunstancias y sigue siendo bueno; no importan las adversidades. Ser bueno a pesar de su jefe, empresa, su falta de recursos, etcétera, es el sello de los triunfadores, los que no esperan que las cosas mejoren para salir adelante, sino que con lo poco que tienen logran realizar sus sueños. Ese es el sello de los excelentes.

II. Ser excelente es comprender que la vida no es algo que se nos da hecho, sino que tenemos que producir las oportunidades para alcanzar el éxito:
Es bíblico "el que busca encuentra", a la buena suerte hay que salir a su encuentro, y quien insiste en lograr algo, produce las circunstancias buscadas. Si usted mantiene una actitud mental positiva, le aseguro que encontrará lo que busca. Hay personas que esperan que las cosas sucedan y hay personas que hacen que las cosas sucedan; existen ejecutivos y ejecutados; la única diferencia es del que quiere encontrar y el que espera que las cosas salgan a su encuentro.

La mejor forma de iniciar un día es con la firme convicción de aprovechar todas las oportunidades que él mismo nos ofrezca. Para ello es necesario tener todos nuestros sentidos alerta para aprovechar todas las oportunidades; bajo esta dinámica hasta en las adversidades encontramos una opción para sacar ventaja.

Aproveche los problemas y conviértalos en oportunidad; ahí radica la gran diferencia de quien se deja abatir por la adversidad y de quien obtiene de toda dificultad una opción para mejorar.

Inicie su día con una actitud mental positiva; ahí radica el secreto de sacar de cada día lo mejor.

Un espeleólogo, hombre aficionado a estudiar las grutas, llevaba a su hijo de cuatro años a conocer por primera vez una cueva, en la cual el pequeño descubrió el eco arrojando una piedrecilla. El chico sorprendido gritó horriblemente y el eco le regreso el gritó; gritó espantosamente y el eco devolvió nuevamente el grito. El niño tembló de miedo ante lo desconocido, y le preguntó a su padre qué era esa resonancia. El padre, inteligentemente, lo tomo en sus brazos y le dijo "hijo mío, escucha nuevamente", y gritó maravillosamente y el eco le devolvió en sus diversas voces gritos bellos, "espléndido, extraordinario, hermoso", con iguales resultados; el niño sonrió y volvió a preguntar ¿qué es papá? Él respondió: "es la vida, hijo mío; como la llames te contesta; pídele lo mejor y te dará lo mejor, pídele lo peor y te dará lo peor".

III. Ser excelente es comprender que con una férrea disciplina es factible forjar un carácter:
La consistencia en la vida es la colegiatura que hay que pagar para lograr ascender a la cima; lo más difícil de lograr en una empresa es una calidad constante. Muchos empresarios inician con un producto de gran calidad; conforme va transcurriendo el tiempo el producto o servicio se va deteriorando hasta que se convierte en una sombra de lo que en otros tiempos fue. También nuestros buenos propósitos que iniciamos un buen día van cayendo en el olvido y nuestra superación se queda en el recuerdo.

El secreto de la excelencia en los negocios no consiste en ser 100 por ciento mejor que la competencia. Basta con que logre ser uno por ciento mejor en 100 cosas diferentes. Inténtalo, convenza a todo su grupo de tener todos los días un pequeño empuje hacia la superación: la excelencia consiste en pensar en grande y comenzar en pequeño, un camino de 10 mil millas se inicia con un primer paso. La inconsistencia es el peor enemigo de la excelencia.
IV. Ser excelente es trazarse un plan y lograr los objetivos deseados a pesar de todas las circunstancias:
Todos los seres humanos, cuando intentamos lograr cualquier cosa en la vida, nos encontramos obstáculos que nos lo impiden, y entre mayor dificultad encontramos, mayor facilidad adquirimos. Anotaba Albert Einstein: "qué sería del mundo sin los soñadores", con los que soñaron en su tiempo que el hombre podía volar, encender un foco, comunicarse a través de un cable, crear la radio, el telégrafo, etc.; no solamente eran soñadores, sino que además eran pacientes, no en el sentido de esperar pacientemente a que las cosas sucedieran, sino que insistían incansablemente hasta lograr su objetivo. Muchos de ellos tuvieron que luchar ante la falta de recursos o la desaprobación generalizada, que los tachaba de locos, pues lo que intentaban en opinión de los demás resultaba imposible. Tomás Alva Edison, llegó a la bombilla después de 5 mil intentos. Imaginémoslo a la mitad de sus experimentos; de no haber sido un optimista consumado, lo hubiera dejado a la mitad del camino.

La excusitis es un mal nacional con el que nos protegemos y justificamos nuestra falta de voluntad para lograr nuestros objetivos. Resulta irónico: muchos de nuestros fracasos son de nuestra exclusiva responsabilidad, pero nos urge encontrar un responsable en quien descargar nuestros fracasos.

Rétese a sí mismo a no abandonar sus propósitos por más adversidades que se encuentre; entre mayor sea la dificultad, más legítima es la victoria. Atrévase a llegar a la cima.

V. Ser excelente es saber decir me equivoque y proponerse no cometer el mismo error:
Existen seres humanos que acumulan sabiduría y otros, la mayoría, que acumulan estupidez; los primeros son aquellos que ante un fracaso se preguntan en qué se equivocaron y asimilan la lección para no volver a cometer el mismo error; en cambio los segundos son aquellos que siempre le echan la culpa a los demás, su fracaso fue producido por otros y nunca por ellos mismos.

El ser excelente está alerta permanentemente para aprender de sí mismo, tanto cuando tiene éxito como cuando fracasa pues está convencido de que para ser triunfador no sé requiere que exista un derrotado pues para él la máxima conquista a la que se puede aspirar es a la conquista de sí mismo, y hacer crecer permanentemente su ser, sabe que él es el principal responsable de sus aciertos y fracasos, y está convencido de que cada fracaso le permite surgir con mayor sabiduría y seguridad.


VI. Ser excelente es levantarse cada vez que se fracasa con un espíritu de aprendizaje y superación:
Si usted solamente intenta lo que está seguro que le va a salir bien, le puedo predecir que logrará pocas cosas en la vida. Si intenta muchas cosas y algunas le salen bien también le puedo predecir que será un triunfador.

Desafortunadamente, la mayoría de las personas se consideran productos perfectos. Ya no pueden mejorar y han perdido la capacidad de cambio para ser mejores. El fracaso asimilado hace el tejido, la textura del éxito. Los triunfadores saben que es el camino más seguro para lograr lo que deseamos.

La madurez es la gran capacidad del ser humano de cambiar para ser mejor; el ser siempre joven es aquel que no ha detenido su crecimiento y día a día busca su superación; la excelencia es caminar para mejorar, mejorar es madurar; madurar es irse creando a sí mismo sin fin.

El crecimiento es permanente y en la vida el poder destacar solamente está permitido para aquellos que tienen la osadía de buscar su superación día con día.


VII. Ser excelente es reclamarse a sí mismo el desarrollo pleno de nuestras potencialidades buscando incansablemente la realización:
Estoy seguro de que hay cierto tipo de actividades que usted goza plenamente al realizarlas, y es ahí donde usted expresa plenamente su potencialidad.

¿Cuáles son?, ¿ya las identificó? Claro que cuando se es infante y se logra identificar esa potencialidad se facilita su desarrollo; en cambio cuando se es adulto el costo puede ser muy elevado, porque un cambio podría implicar sacrificios, la alternativa sería: "¿debo seguir realizando en forma por demás frustrante lo que no me gusta ser o debo arriesgarme a reclamar mi auténtica naturaleza?". Usted tiene la respuesta.

En cuanto a sus empleados, descubra las potencialidades de cada uno de ellos y asígneles las tareas en que más se realizan; una de las más valiosas tareas de un líder es colocar a la gente adecuada en el puesto adecuado, y propiciar la realización de cada miembro de su equipo.

La realización es la expresión plena de nuestras potencialidades, y el único camino para lograr la excelencia es tener el valor y el coraje de extraer lo mejor de nosotros mismos.

Estoy convencido de que todos los seres humanos no somos fruto de la casualidad, sino que tenemos que cumplir con una misión que es aportar en nuestro tiempo nuestra colegiatura generacional para que la humanidad avance. Si yo heredo a mis hijos un mundo igual al que me heredaron mis padres, mi existir fuera vano, y lo mismo hubiera sido haber nacido o no.

Atrévase a vivir, a vivir plenamente de acuerdo a su ser, haga que su existir trascienda a través de su propia y auténtica naturaleza. Desafortunadamente vivimos una inversión de valores en la que lo más importante es tener y no ser. La verdadera sabiduría es decir cuánto debemos tener para poder realizar nuestro ser. Recuerde: los grandes próceres de la historia no se distinguieron por tener sino por ser


VIII. Ser excelente es entender que a través del privilegio diario de nuestro trabajo podemos alcanzar la realización.:
Lo único que poseemos es el presente, el tiempo es un recurso no renovable, el tiempo no lo podemos recuperar, no podemos agregar ni con todo el oro del mundo un día más a nuestra existencia, y la única opción que tenemos es vivir el día presente con toda la intensidad posible. El monumento a nuestro pasado es el día de hoy, deberíamos borrar de nuestra agenda el día de ayer y el de mañana; el ayer sólo nos sirve para aprender de nuestros éxitos y fracasos; el mañana lo debemos de prever lo mejor posible, pero para lograrlo solamente tenemos una opción: el día de hoy, el día más importante de nuestra existencia, pues además nadie puede asegurar que mañana lo viviré.

Entiendo que la más grande manifestación de la naturaleza humana es la creatividad. Los orígenes del ser humano a la luz de la teología es que fue concebido a imagen y semejanza de Dios, y Dios es el ser por excelencia, el ser creativo. El hombre tiene la opción de asemejarse a Dios todos los días a través de su talento creado; renunciar a este don es renunciar a nuestra propia naturaleza y es precisamente el trabajo diario la opción que tenemos para ser creativos.

Cuando vea el amanecer de cada día piense en la interesante aventura que está a punto de iniciar. Todos los días son diferentes, y si logramos incorporar a nuestra filosofía el deseo de vivir el día de hoy intensamente, dando lo mejor de nosotros mismos, le aseguro que será para usted un placer trabajar, y está usted en camino cierto de lograr lo mejor de su ser.


IX. Ser excelente es crear algo: un sistema, un puesto, una empresa, un hogar y una vida:
La parte fecunda de nuestro ser está en ser creativos, nos hace sentir útiles y al mismo tiempo nos alienta a buscar más y más ideas.

Pero qué es la creatividad. En su origen el ser creador es el que hace de la nada y eso solamente Dios; los seres humanos más bien alteramos el orden establecido y es la esencia de los procesos creativos, pues de hecho ya todo existe en la misma naturaleza: el átomo, la energía, la luz, etc., y el ser creativo lo único que hace es alterar ese orden para concebir una nueva forma o aplicación.

El auténtico ser creativo es aquel que descubre problemas y por supuesto al momento de concebirlos no conoce las soluciones, pero trabaja apasionadamente para encontrarlas.

Cuando usted decide lanzar un nuevo producto es su empresa, desarrolla un nuevo sistema de trabajo, crea un nuevo puesto en la compañía, está usted desafiando el orden establecido y seguramente habrá gente en su organización que se oponga a sus proyectos, pero gracias a estos cambios la empresa avanza.

Pregúntese: ¿podría mejorar su empresa?, ¿en su trabajo diario habría alguna forma de mejorarlo?, ¿sus actuales sistemas operativos podrían ser eficientes?, etcétera. Le aseguro que sí, siempre hay una mejor forma de hacer las cosas, y no solamente en el ambiente laboral.

Invente problemas, métase en líos, sueñe con ser mejor y hacer en forma excelente todo lo que realice; los seres excelentes son aquellos que están intentando siempre hacer las cosas en forma superior.


X. Ser excelente es ejercer nuestra libertad y ser responsable de cada una de nuestras acciones:
Hay quien confunde libertad con libertinaje, puesto que no es libre aquel que hace solamente lo que quiere hacer, sino la auténtica libertad se manifiesta en aquel que hace lo que debe hacer.

A través de los años he llegado a comprender que el ser humano ejerce su libertad a través de comprometerse con lo que ama; así, por ejemplo, un ser humano es libre de casarse o no, pero si decide casarse se asume automáticamente el compromiso de realizar y hacer feliz a su pareja; es libre para tener hijos o no, pero si decide tenerlos se asume la responsabilidad de formar integralmente a un ser humano.

La libertad va acompañada invariablemente de la responsabilidad, la libertad se ejerce participando, comprometiéndose con aquello que amamos.

El ser excelente ejerce su capacidad de decidir, defiende con su vida misma su derecho a la libertad , pues sin ella no podría vivir; asume por supuesto el compromiso que ello significa, que se compromete en primer lugar consigo mismo para realizar su propio ser y asume la responsabilidad de su propia vida, ya que en lo que logre o en lo que deje de realizar se identifica a sí mismo como el único responsable, y por lo tanto libera a los demás y no los culpa de sus fracasos.


XI. Ser excelente es sentirse ofendido y lanzarse a la acción en contra de la pobreza, la calumnia y la injusticia:
El ser excelente está profundamente incorporado a su comunidad, se sabe parte de ella y entiende que los males que la aquejan son responsabilidad de todos sus miembros; no basta con que cada quien cumpla fielmente con sus responsabilidades, familiares y laborales, sino que además debemos hacer ese algo más para poder preservar nuestra sociedad y nuestros valores.

El ser excelente lucha incansablemente, compromete su vida misma para lograr una nación superior, combate la pobreza educando al indigente, creando fuentes de riqueza y prosperidad, defiende por todos los medios a su alcance la verdad y no tolera la injusticia, es un luchador invencible con una estrella en sus manos,


XII. Ser excelente es levantar los ojos de la tierra, elevar el espíritu y soñar con lograr lo imposible:
Creo que el verdadero infierno no es un lugar en llamas lleno de martirios, sino que el verdadero tormento del ser humano es un corazón vacío, sin ideales, como un pozo seco, guarida solamente de alimañas; ese vacío existencial que atormenta al ser humano en una soledad sin sentido, del que huye el hombre y trata de llenar en vano algo imposible de satisfacer a menos que sea con ideales.

Debe tenerse presente que la tragedia en la vida no reside en no lograr sus objetivos; la tragedia consiste en no tener objetivos por lograr, no es ninguna desgracia morir con sueños incumplidos, si lo es, en cambio, no soñar.

El ser excelente tiene los pies bien puestos sobre la tierra, conoce su realidad y la de su entorno, pero no deja de ser un soñador. Hay seres que llenan su vida de vacío, y su visión del mundo no va más allá de sus narices y su propia comodidad; viven para no aburrirse y dilapidan su vida sin sentido.

Elija una causa y luche incansablemente; su ser tendrá sentido y le dará una razón por la cual vivir; el idealista hace posible lo que para otros es imposible.

XIII. Ser excelente es trascender a nuestro tiempo legando a las futuras generaciones un mundo mejor:
El amor tiene aromas, y si no, recuerde cuando llega a la casa de sus padres y huele a ellos. Así también el ser excelente cuando deja este mundo su recuerdo es insustituible, y sus valores e ideales trascienden generación tras generación. El ser humano que conceptualiza la excelencia y la incorpora a su vida sabe que tiene una misión histórica que cumplir. No nos desgarremos las ropas por las condiciones del mundo que heredaremos a nuestros hijos; más bien ocupémonos en qué hijos vamos a heredar al mundo. Que nuestros hijos, trabajadores, alumnos, en todos aquellos en que tenemos influencia sean portadores de nuestra esencia, de valores superiores que hagan avanzar a la comunidad a la que pertenecemos.

Desde luego no se puede pensar en traer a un ser humano nada más para engordarlo como ganado, sino que es a través de nuestra descendencia como contribuimos al avance de la humanidad


 

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente material, los peruanos sí podemos ser un País con alta cultura de Paz y trabajo. Tenemos todo, lo que nos falta es forjarnos una actitud de emprendimiento e incidir más en la calidad de educación de frontera a frontera.SÍ PODEMOS.
FELCITACIONES SR. MIGUEL ÁNGEL CORNEJO
Fredy RAmos Sairitupac
Director del proyecto Teleductivo: "Alianzas Estratégicas en Educación"
Canal 39 OASIS TV ICA.

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